jueves, 16 de diciembre de 2010

Entrevista Diego Zambelli


Contanos un poco sobre vos...

Mi nombre es Diego Zambelli, doy desde hace doce años clases de radio, empecé en la Universidad de Buenos Aires en una materia de la carrera de Comunicación, y desde hace siete años doy clases en un Terciario, que está adscripto al ISER, en una carrera que se llama Producción y dirección de Radio y Televisión y doy una materia que corresponde a radio. También trabajé en distintos medios, por supuesto que en radio que es lo que más me gusta, como asistente de producción, como productor periodístico, productor artístico, como coordinador de aire, coordinador de equipo de producción, que este rol concretamente no existe, y después como editor en algún portal de Internet, también estoy vinculado a internet por otros trabajos que hago como paginas Web.



Los que te escuchamos hablar sobre la radio o participamos de tus talleres, escuchamos mucho énfasis en lo que es pensar en radio ¿Qué significa esto de pensar y expresarse radiofónicamente?

La radio tiene una doble cara, hay una cuestión que es muy positiva pero al mismo tiempo es un riesgo. La radio está en nuestras vidas, todos nacimos con la radio allí presente y por ciertas características que tiene el medio, que es muy querible, entablamos una relación de afecto con la radio, con los programas y con los que realizan los programas. Esa relación de afecto, también se transforma en confianza porque además vemos o creemos que quienes hacen radio cuando tienen una supuesta charla de café están haciendo nada más que eso, y no nos damos cuenta que detrás de eso hay todo un trabajo para producir esa charla de café o una entrevista radiofónica.

El riesgo de esa confianza que vamos generando es creer que la radio es así no más, que hacer radio es hablar, y que no hay que prepararse para hacer radio, que uno va y habla. Y esa creencia de que uno va y habla, también viene de que la radio que escuchamos todos los días está muy basada en la palabra y nada más que en la palabra. Nosotros hablar sabemos, sabemos hablar por teléfono, cara a cara, con amigos. Y cuando nos trasladamos hacia un estudio y queremos hacer radio reproducimos lo que escuchamos, reproducimos lo que creemos que estamos escuchando que simplemente es ir y hablar.

Hacer radio es bastante más que la palabra, el mensaje en radio se puede comparar con el del diario. El diario se basa en la palabra escrita y en un montón de recursos visuales: fotografías, infografías, gráficos y todo un texto desarrollado; en televisión tenemos una gran carga de información en la imagen, complementada además con el sonido, con la palabra. La radio no tiene todo eso, la radio tiene nada más que el sonido, el audio entra solamente por el oído, toda la carga de la información va en el oído y a diferencia de la vista el sentido auditivo es muy sensible, se cansa, se satura muy rápido y basta pensar, por ejemplo, en una gotera en medio de la noche o en una charla cuando queremos estar tranquilos, una charla de gente cacareando detrás nuestro, nos fastidia fácilmente y queremos irnos o callarlos. Entonces, al recargar tanto el tema de la palabra saturamos al oyente.
Yo hago mucho hincapié en pensar en términos radiofónicos, porque hay que incorporar la lógica de la radio. Hacer radio no es ir a hablar, hacer radio no es ir a leer noticias que leemos del diario, si leemos noticias tienen que estar escritas para radio, respetando las características de la radio y pensando siempre en el oyente, en que nos esté entendiendo, nos esté siguiendo y la esté pasando bien. ¿Por qué? Porque a diferencia del diario, si estoy leyendo y no entendí algo puedo volver para atrás, en cambio en la radio no puedo.

Entonces, pensar en términos radiofónicos, hacer radio es aprovechar todas las posibilidades expresivas que nos da el medio, que incluye la palabra pero que la excede: es la voz, la música, los efectos sonoros y el silencio. A diferencia de la charla cara a cara, en la que uso la palabra hablada y los gestos, en la radio para decir lo mismo tengo que combinar esos cuatro elementos. Logar esa ruptura de lo que estamos acostumbrados a hacer e incorporar esa lógica es lo que más cuesta al aprender y empezar a hacer radio. Cuando uno incorpora esa lógica está el partido ganado.

¿Y cómo podemos hacer para incorporar esa manera de entenderlo? ¿Qué gestos o hábitos tenemos que incorporar?

Se trata de cuestionar, saber que hay que aprender a hacer radio. Lo más difícil de aprender radio es eso, aprender que hay que aprender radio, porque como le tenemos confianza, pensamos que no es nada más que hablar y decir creemos que ya sabemos. Aún pagando una cuota mensual en un instituto privado, aún gente que va pierde e invierte dinero, el hecho de pensar que no se tiene que aprender radio por que ya se hablar, hace que inviertan tiempo y dinero para nada, porque no están permeables para los conocimientos.

¿Qué hay que hacer? Hay que decir que hay que aprender radio, ese es el primer paso y el segundo es decir qué tengo que aprender: que hay un lenguaje radiofónico, cuyos cuatros elementos ya los mencioné; que el oyente no me puede contestar, no me puede avisar si no entendió algo; que el oído es altamente saturable.

Entonces, cuestionándome que lo que yo ya se hacer no alcanza, sirve pero no alcanza, ya es un gran paso porque todo el tiempo voy a estar haciendo y esa es la segunda cuestión: Hacer radio con una escucha de lo que uno hace crítica, “acá estuve bien, acá no, acá no se entendió”, siempre poniéndome en el lugar del oyente “acá se aburrió, acá lo mareé, acá me perdí, acá me pisé con la persona con la que estoy haciendo radio”. Hay que saber que hay que aprender a hacer e ir perfeccionándose.

¿Eso forma parte de preguntarse por la relación entre la forma y el contenido?

La radio no es sólo contenido y la contrapartida de eso, que también diría que es lo que más abunda, es que la radio sólo es forma. Yo tenía una profesora que daba un muy buen ejemplo, ella decía que hay chicos o gente grande que tienen preparado antes el nombre del programa, un separador del programa o la apretura del programa, antes de saber de qué van a hablar, qué contenido va a tener, a quién le van a hablar o sobre qué.

Es una mixtura porque esta combinación de voz, música, efectos sonoros y silencio sirve para trasladar, para transmitir contenidos y al mismo tiempo es estética, es forma. Es forma que contiene contenido y cuidando esa cuestión de forma, no solamente trabajamos lo estético sino que nos aseguramos que el contenido llega. Si no cuidamos el tema de transmitir con lenguaje radiofónico, el contenido no llega por más lindo que hablemos.

¿De qué estamos hablando cuando hablamos de la artística de la radio?

En un término amplio, no estricto, la artística es puntualmente algo dentro de la radio. Pero tal vez, tu pregunta apunte más a lo artístico más que la artística. Lo artístico en general tiene que ver, por ejemplo si te quiero contar una noticia “hubo un choque en la esquina”, entonces yo bien te puedo decir mucho “que en la esquina a tal hora paso esto, paso lo otro, de esta manera”. También puedo decirte que hubo un choque en la esquina y poner detrás de la voz de la persona que está contando sobre ese choque, de fondo en segundo plano, pongo un sonido ambiente de calle, con bocinas, sonidos de motores y ya estoy ambientando, trasladando al oyente a esa esquina donde ocurrió este accidente. O bien, puedo respaldar lo que se está contando con algún tipo de música, algo vinculado que crea ambiente.

Acompañando a la palabra con estas cuestiones estoy quitando peso de la palabra y lo traslado porque estoy informando también desde lo sonoro, desde los efectos y la música. Entonces la palabra se aliviana y compenso la carga de información; un poco en la palabra, otro poco en los efectos, otro poco en la música, creo ambiente y entonces el oído del oyente va a estar agradecido y además voy a potenciar esta cuestión de las imágenes sonoras que es algo que logra la radio y únicamente la radio: yo hago ver al oyente algo que no tiene delante y sin embargo lo ve, puede ver una noticia, un radioteatro, una historia.

Puntualmente sobre la artística, hay dos tipos de artística: la artística de un programa de radio que tiene que ver con la apertura del programa, el cierre del programa, las cortinas que tiene cada una de la secciones, los separadores que puede tener ya sea para abrir una sección, para volver de un tema, para que el oyente sepa qué está escuchando, qué programa está escuchando, o por ejemplo, cuando empieza la sección de deportes que anuncie eso, no de una forma tan obvia, se puede poner el sonido de distintas pelotas de distinto deportes, como una pelota de tenis picando con una raqueta, o una pelota de básquet o un gol de fútbol, voy combinando, y el oyente sabe sin que le diga que empieza una sección vinculada al deporte.

Y la artística de la radio tiene que ver con algo que está muy en desuso que es la sigla, que era esa pieza que emitía la radio para decirle al oyente “etas escuchando una radio que se llama de esta manera, que está en tal punto del dial y que transmite desde Raco provincia de Tucumán, por ejemplo”. Algo que se usa mucho en la actualidad es lo que se llama institucional, que es una pieza grabada, editada, con locución, con actuación, con efectos, con música, que dice no solamente “estás escuchando tal radio en tal punto del dial” sino que además habla de la radio con un slogan, con una historia que transmite aquello que la radio representa. En el caso de la radio comunitaria podría ser un institucional que tenga las distintas voces de los distintos actores, distintas personas de la comunidad, de distintas edades, por ejemplo uno escucha a un nene de la radio diciendo algo y también a una señora mayor o a un trabajador con el sonido de fondo del taller mecánico donde trabaja.

El institucional se llama así porque habla de la institución, de la radio y después tenemos piezas de la artística de la radio como la “promo”, que habla de cada uno de los programas que salen al aire y el anticipo que es el que dice “está por terminar tal programa, ahora viene tal otro”. Algo que tiene que quedar muy en claro es que toda la artística de la radio y de los programas de la radio tienen que ser hechos con criterio de coherencia, de contenido y estilístico. Porque la radio es una identidad, y más una radio comunitaria donde la radio es de la comunidad y para la comunidad, la imagen de la radio es la comunidad y entonces si cuando un institucional está hablando de la radio, cuando una apertura abre un programa, cuando un separador abre una sección tiene que haber un criterio estilístico que unifique esa identidad a lo largo de toda la programación de la radio, tiene que haber coherencia, aunque como en una comunidad puede y debe haber diversidad pero con un criterio estilístico y un contenido que hile, que una las distintas partes de la comunidad o de la programación de la radio.

Tomando en cuenta esto que decís acerca de la identidad ¿deberían haber diferencias entre la artística que se trabaja desde la lógica de una radio comunitaria respecto a aquellas, con las que tenemos más familiarización porque es la artística con la que nos topamos diariamente, de la radios comerciales?

La diferencia va a estar dada por el contenido; si nosotros sabemos que la artística de la radio tiene que reflejar la identidad de la radio y de los programas que la componen y si hablamos de una radio comunitaria, es decir de la identidad de la comunidad, eso necesariamente va a hacer contraste con lo que estamos acostumbrados a escuchar. Hay una diferencia muy clara, una radio comercial está hecha desde alguien que tiene una radio, sea un gran empresario multimedio o alguien que con mucho esfuerzo puso la radio para darse un gusto o para hacer un negocio si puede, pero esa radio está hecha por alguien o por algunos que le habla a su público, a su target y muchas veces no le habla a un igual, le habla a un sector que le conviene tener como audiencia para vender publicidad o para vender espacios.

Lo particular de la radio comunitaria es que se trata de la comunidad hablándole a la comunidad, entonces ahí ya va a haber una diferencia muy tajante porque son iguales hablándose entre sí. En realidad la radio comunitaria se habla a sí misma, si se está respetando la diversidad de la comunidad que es un gran desafío, entonces ya desde el contenido mismo va a estar la diferencia, no hay que plantearse cómo me voy a diferenciar. Después van a estar las diferencias creativa, estilísticas, que va a depender de cómo puedan volar.

Si nosotros consideramos que una radio comercial está hablando a un público determinado, a un target que nosotros queremos como audiencia para vender publicidad o vender espacios, nosotros estamos atados a determinado estilo, determinado discurso, determinado contenido, a determinados formatos o tipos de programas. La comunidad no tiene esas ataduras, entonces se expresa a si misma, no está atada a un formato. El 90 u 80 por ciento de la radiofonía argentina tiene como formato primordial el magazine, una radio comunitaria no tiene porque hacer eso. Si a mí me contratan en una radio de un empresario yo no puedo hacer lo que quiera, porque tengo que cuidar o me van a obligar a cuidar el negocio del señor, probablemente no me dejen experimentar. En cambio, la radio comunitaria es libre de reflejarse a sí misma a través del formato que se le antoje aún si todavía no está definido ese formato, pueden bucear por donde quieran, no tienen por que cumplir con 24 horas de programación, no tienen por que hacer puro magazine, cuando trabajan en la transmisión deportiva lo pueden hacer sobre un partido de chicos de la primaria, o hacer documentales a granel que es una gran herramienta que tiene la radio y que no es explotada por la radio comercial porque lleva laburo, lleva inversión y se presupone que a las audiencias de esas radios comerciales no les interesa, habría que ver si realmente es así.

Entonces en la radio comunitaria hay más libertad, ahí está la diferencia entre la radio comunitaria y la radio comercial, pero hay que ejercer esa libertad.

Entonces, por lo visto, no hay una contradicción entre ser respetuoso del lenguaje radiofónico y de todo lo que éste implica y al mismo tiempo ser un experimentador, un buceador de cosas.

No, al contrario. Ser un experimentador es llevar todavía más allá al lenguaje radiofónico, porque yo realmente voy incorporando la lógica del lenguaje radiofónico. Vos me preguntabas cómo es, el ejemplo que doy siempre para entenderlo lo mejor posible y que les sirve para entenderlo, por lo menos a aquellos que aprendieron a manejar, es: al principio cuando mi papá me enseñó a manejar estaba loco pensando, siendo consiente de que “tengo que pisar el embrague, primera, tengo que mirar allá, no me hables por favor por que me distraigo”, ahora pasa el tiempo, me acostumbro y ya ni pienso cómo meto los cambios y hablo todo lo que quiero y no choco. Y con el lenguaje radiofónico es lo mismo o con la lógica de la radio, que va más allá del lenguaje, pasa exactamente lo mismo; al principio asusta, no sé por dónde tengo que ir, tengo que ir pensando cada cosa, poniéndome en el lugar del oyente, cuál es el mejor camino para contarle esto…y después sale solo y cuando empieza a salir solo, me planteo el segundo desafío “no tengo que estar atado a lo que escucho, no tengo que estar atado a lo que hacen los demás, puedo tomar lo mejor y puedo replantearlo, reformularlo, bucear” en términos de lógica radiofónica porque puedo ser un loco lindo y bucear por un montón de lados, o puedo terminar ahogado.
Si no lo planto en términos radiofónicos al oyente lo saturo, lo pierdo y se va porque no entiende, porque se aburre, porque le pudro la cabeza, el oído, le grito al oído y basta, deja de escucharme. Entonces voy a hacer un experimentador de aquellos, pero no voy a tener audiencia y la razón de ser de la radio es hablarle a alguien: “yo tengo algo para decir” pero para decirle a alguien, sino me quedo en mi casa me miro al espejo y me hablo a mí mismo, sino para que no me editen lo pienso hacia adentro.

¿Es muy necesario estar actualizado respecto a las nuevas tecnologías para experimentar la radio, aportan algo las nuevas tecnologías?

Creo que dan más recursos, no creo que sea una obligación porque radio se hizo durante muchos años in teléfono, sin internet, sin fax, sin equipos, vos tenias un micrófono, un transmisor, alguna fuente musical como un pasa casette, un tocadiscos o lo que sea y ya podías estar haciendo radio. Te podría decir que sólo con un micrófono alcanza, pero estoy contradiciendo todo lo que vengo diciendo sobre el lenguaje radiofónico, creo que tiene que haber música y efectos sonoros que no necesariamente sean grabados sino como se hacía antes cuando no existían los efectos grabados, en vivo, con una caja haciendo sonidos, con puertas, dando pasos.
Entonces no es una obligación, no hay que ponerlo con esos términos porque es como que negativiza la cuestión, creo que es una posibilidad que hay que aprovechar en la medida en que uno tenga acceso a las nuevas tecnologías, creo que internet permite acceder más rápido y fácilmente a un montón de conocimientos e información que antes llevaba mucho trabajo encontrar o que directamente uno no podía acceder : testimonios grabados, entrevistas de otros medios, películas, se puede acceder a colecciones enteras de música o la posibilidad de tener una pagina entonces yo hago un documental, lo emito y la “radio fugaz” ya fue entonces lo cuelgo en la página y puede acceder el que quiera cuando quiera porque queda ahí para el que lo necesite.

Con respecto a internet para acceder a la información hay un riesgo que se potencia, que no aparece con internet pero que sí se potencia, y es perder el vínculo con la calle, con lo que pasa y me parece que eso es más grave todavía en el caso de una radio comunitaria. La facilidad de acceder a la información a través de internet tiene que ser una herramienta que apoye la radio comunitaria, más aun que nutra el vínculo fuerte que tengo que tener con la gente, con el pueblo, con la ciudad, con la calle, con lo que pasa en el resto de las instituciones. Yo tengo que estar presente, tengo que estar en contacto con las fuentes como se dice en periodismo, pero para no impersonalizarlo con la gente, porque puedo estar encerrado en un cuarto viendo en internet lo que pasa y además si estoy en un pueblo chico internet me va a llevar más bien a ciudades grandes del resto del país, a lugares del mundo y me estoy perdiendo lo que pasa acá a la vuelta y eso es grave para cualquier medio y más para uno local, y todavía peor para uno que es de la comunidad para la comunidad.

Teniendo en cuenta esto, desde las necesidades que sí existen en las radios comunitarias de construir un mensaje y una identidad propia, ¿cuáles son a veces los errores que se producen a la hora de comenzar un proyecto justamente por esto de querer imitar pero sin reflexionar de que se trata ese hacer?

No sé si es característico de la radio comunitaria, de hecho me parece que sí hay un proyecto de radio comunitaria quiere decir que detrás hay un interés y un compromiso por hacer un proyecto medianamente pensado, desarrollado y eso implica que se están cuestionando algunas cosas, que se están persiguiendo algunos objetivos y eso necesariamente puede llevar a formarse a pensar como pueden hacerse determinadas cuestiones y el hecho de que interactué la comunidad, de la mejor manera que pueda, quiere decir que hay un intercambio de ideas, de recursos de proyectos y eso creo que al contrario, potencialmente es mejor que un chico que dice “yo voy a alquilar por 50 pesos una hora por semana en tal lugar” y se planta hacer un programa desde su soledad y radio no se hace solo, es muy difícil hacer radio solo aunque se puede.

Creo que la mayor parte de las dificultades están en querer hacer radio sin pensar cómo se hace radio, sin aprender cómo se hace radio. Como está tan naturalizado lo que escuchamos pensamos que lo que escuchamos está bien y creo que hay que escuchar críticamente. Cómo escuchas críticamente, adquiriendo herramienta que te permitan discernir entre lo que está bueno, lo que no tanto, lo que quiero hacer de otra manera, o apuntar a los contenidos más que a la formas. Es muy común cuando te dicen tenes una radio comunitaria, y como no me forme, como no sé como hacer radio imito lo que están haciendo las otras radios, que generalmente son las radios comerciales, privadas que persiguen objetivos distintos a los de una radio comunitaria, entonces reproduzco los formatos, los contenidos o la agenda de noticias de esa radio y finalmente desde mi radio comunitaria paradójicamente estoy reproduciendo intereses que no son los míos y generalmente van en contra.

Necesitamos herramientas para poder escuchar críticamente y quedarme con lo bueno y no con lo que no me sirve, no creo en la negación de lo diferente ni dentro de una comunidad, ni hacia lo que no pertenece a una comunidad.

Para ir cerrando una cosa que tiene bastante que ver con esto que vos decís sobre la actitud critica, se suele escuchar mucho la frase “hay que empezar a ver el mundo con otros ojos”, mirar de una manera distinta a la que se mira por imposición de la costumbre, ¿se podría decir lo mismo respecto a la escucha, se puede escuchar el mundo de otra manera, escuchar cosas que no estamos educados para escuchar, captar nuevos sonidos, por ejemplo?

Sí, es parte de lo mismo cuando uno se empieza a cuestionar lo dado, cuando uno da por hecho, naturalizado, las cosas son mentira pero siempre hay algo que dispara en uno el cuestionar lo que uno hasta ese momento dio como lo normal, lo normalizado, lo que mame desde que nací a través de distintas vías, entonces hay un disparador que puede influir en como escucho radio, en como escucho el mundo, en como entiendo al mundo. Cuestionar abarca todo en la vida, escuchar al mundo y hablar del mundo de una manera distinta sobre todo si estoy en una radio.

Me imaginaba una radio comunitaria transmitiendo los sonidos de su territorio, y nada más que los sonidos. Con el lenguaje radiofónico podes contar una notica con palabras y ambientando con efectos sonoros que nos lleven a imaginarnos la calle, podes contar una historia o una noticia solamente con efectos sonoros, con o sin música. Imaginate que la radio comunitaria, que habla de la comunidad en varios momentos y por algún ratito te pase el sonido del bosque del arroyo que tenés cerca, de las ves características del lugar y que te deje eso tres, dos o un minuto, lo que de. Así vos estás viendo y escuchando al mundo distinto y además estás trasladando al oyente, diciendo, esto que escucha todos los días y que no notás porque estás apurado en la vida, así suena tu lugar.

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