viernes, 24 de septiembre de 2010

Entrevista a Gabriela González


Secretaria de Articulación territorial del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Tucumán



¿Cómo ha dado el salto la política social de lo asistencial a lo participativo? ¿Qué papel tiene la dimensión territorial en este sentido?
La asistencia cubre un aspecto de las necesidades de la población, es ineludible en algunos casos, pero insuficiente si queremos aportar al desarrollo local, donde la población tiene que estar incluida. El desarrollo local tiene que ver con la estructuración de fuerzas productivas de una localidad de modo que la localidad se auto abastezca, se satisfaga, pueda crecer económicamente pero también socialmente. Son procesos complejos atravesados por las dinámicas de la globalización y las relaciones internacionales. Nosotros aportamos un grano de arena que es fortalecer a las instituciones y actores locales para que puedan participar de ese proceso de desarrollo. Es un aspecto, el que hace más a la cuestión social, y no de toda la población sino de la más vulnerable, que tiene menos posibilidades. Esa es la población con la que trabajamos, para fortalecerlas y que puedan participar

¿Cómo hacen efectiva la territorialidad de las políticas?
Esa descentralización territorial se hace efectiva a través de armado de Mesas de Gestión Local que son espacios de articulación, diálogo y trabajo en conjunto de instituciones de cada comuna de la provincia. Nosotros comprometemos técnicos que van a las comunas cada 15 días aproximadamente que promueven el diálogo entre las comunas, los espacios de salud, las escuelas, las organizaciones sociales, que comienzan a discutir las necesidades de la comunidad y comienzan a plantearnos propuestas y también cuando la política socia viene muy diseñada desde la nación nos permite adecuarlas a las necesidades de esas comunidades
No se hace de un día para el otro, es un proceso




¿Cuáles son las dificultades derivadas de las complejidades del territorio?
Son muchísimas. Estamos hablando de generar procesos donde prevalezca el consenso, escuchar al otro, bastante alejado de la lógica que venía desarrollándose, lógicas de gana-pierde, un gana, el oro pierde. Esta lógica apunta a que todos saquen provecho del trabajo conjunto, y sobre todo a legitimar la necesidad de cada uno.

Entre las dificultades está la incomprensión de las instituciones políticas que muchas veces no entienden este modo de trabajar, hasta la desconfianza de las organizaciones, acerca de las políticas públicas. Después de décadas de desentendimiento, a la sociedad le cuesta creerle al Estado. Es una de las claves. ¿Creen que el Estado puede generar cambios? El Estado había renunciado a la posibilidad de generar cambios. Estamos volviendo a generar una conciencia de que los cambios son posibles si los hacemos no solo desde el Estado sino con el acompañamiento de la comunidad. Problemas hay por doquier, los vamos resolviendo demostrando que la idea es apostar al crecimiento comunitario, generando iniciativas de consenso.

El factor tiempo influye….
Sabemos que son procesos largos, que exceden a una gestión de gobierno. Aspiramos a que permanezca más allá de las personas a cargo de las instituciones, como política de Estado.

Nosotros incentivamos la gestión asociada también a través de transferencia de recursos. Por eso se hizo el Concurso Iniciativas Comunitarias, que fue el financiamiento de algunas ideas que las propias Mesas de Gestión Local habían generado, como muestra de que va en serio, de que lo que queremos es una política social participativa. En ese marco surge lo de Radios Comunitarias, que son el producto de la necesidad de la comunidad. Es llamativo que en varias de las comunidades aparezca como necesidad la radio. Evidentemente por razones geográficas o históricas, las comunidades necesitan contar con un medio que les permita fortalecer sus convocatorias. Pero sabemos que no es solo financiar la compra de la radio, por eso se viene apoyando con la capacitación, para que la experiencia no se pierda y sea viable en el tiempo.

¿Qué expectativas se han generado en torno a lo de las radios comunitarias?
La gente tiene enormes expectativas. Cuando vamos al territorio a la inauguración de una radio, la gente cree que es mágico, que van a poder convocar mucho más. Nosotros pensamos que es un medio muy importante tanto para mostrar lo que se está haciendo, para convocar o para difundir ideas vinculadas a la solidaridad y el trabajo conjunto, de dejar de lado los intereses mezquinos creemos que es un medio fundamental.

¿Tienen indicadores para ir evaluando el proceso de las MGL?
Estamos trabajando en dos tipos de herramientas. Unas objetivas, que tienen que ver con cuántas mesas presentan proyectos, cuántas mesas organizan programas de verano, etc. Medimos la Mesa por la productividad. En ese sentido venimos creciendo. El año pasado se han financiado 80 actividades de verano, este año vamos a tener 100. Pero no es solamente medir actividades sino la calidad del proceso participativo: constancia, calidad de sus intervenciones, el apropiarse realmente de las problemáticas, analizarlas. Estas herramientas más cualitativas están en proceso de elaboración. Venimos en un proceso de capacitación y profesionalización de los equipos. Teníamos la mitad profesionales (la mayoría trabajadores sociales) y la mitad gente con experiencia en terreno. Ahora tenemos muchos más profesionales.

¿Cuál es el perfil técnico o profesional de las personas que coordinan las MGL?
Es relativo. Los títulos habilitantes son sin duda la Licenciatura en Trabajo Social, la psicología social, la Psicología Comunitaria; pero también podría ser un animador cultural o una persona de la propia comunidad que tenga habilidades para hacerlo. Es importante la capacitación específica además de los títulos.


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